lunes, 25 de agosto de 2008

AYUDA AL ACCIDENTADO

Cada año se producen más de 100.000 accidentes en las carreteras españolas. Las campañas de concienciación, una actitud positiva de los conductores así como una mejora de las señalizaciones y carreteras pueden corregir esta tragedia que diariamente no solo afecta a miles de victimas directamente implicadas en el accidente, sino secundariamente a los familiares de los accidentados.

Las victimas de un accidente de trafico se ven a menudo lesionada también por la desinformación. Estas victimas se encuentran en una circunstancia de convalecencia y su estado de animo muy deteriorado, y en no pocas ocasiones se truncan aspiraciones profesionales y personales. Es lógico que en estos duros momentos no se plantee la idoneidad de reclamar una indemnización. Cuando uno esta lesionado no quiere dinero lo que quiere es curarse. Desgraciadamente en estos momentos es cuando hay que actuar.

La compañía de seguros es un deudor que le debe un dinero conforme a lo establecido en la ley y a un contrato de seguros. El problema estriba en que cantidad económica debe recibir un lesionado. Este importe dependerá principalmente de la valoración de su lesión que un médico certifique. Como todo en la vida, las cosas no son blancas o negras sino grises, un médico puede opinar que usted tiene algo y otro médico puede opinar lo contrario.
Esta es la razón fundamental por la que nuestro primer objetivo es valorar correctamente las lesiones. No parece lógico que sean los médicos, abogados y peritos de las compañías (los deudores suyos) quienes le valoren, defiendan y paguen lo que quieran, con lo que se convierten en jueces y parte.

En realidad usted tiene derecho a saber que es lo que usted padece, cuanto vale, y a reclamar lo que usted crea que le corresponde, si no se lo conceden, usted tiene derecho a acudir a la justicia para que sean los jueces quienes protejan sus derechos.

En la mayoría de los accidentes la culpabilidad está clara desde el principio, de lo que se deduce que lo importante no es que haya juicio, porque si el accidente está claro, lo tiene ganado desde el principio, lo importante es que se valore correctamente las secuelas, y el accidentado cobre la indemnización que le corresponda. Las secuelas se valoran por la compañía de una manera, nosotros las podemos valorar dándole la importancia que para cada persona tiene su lesión, ya que, para cada persona, el daño no tiene precio, pero si se le pone precio, por lo menos, que se valore correctamente. Como la valoración de la compañía dirá una cosa y la nuestra otra muy diferente y como casi siempre no hay acuerdo, es siempre conveniente presentar una denuncia en el juzgado para que el médico del juzgado a la vista de los informes de una y otra parte decida Que secuelas son las que padece. Lo más importante no es ganar el juicio, sino que el médico forense valore correctamente las secuelas.